Un activista de EEUU ha prometido ir desvelando poco a poco y hasta los comicios del próximo 8 de noviembre material sensible del Partido Demócrata. Cámaras ocultas, documentos filtrados, vídeos comprometidos… James O’keefe podría dar la vuelta al resultado de las elecciones norteamericanas.
Por: Pepe G. Saavedra
Madrid/ 24-10-2016
James O’keefe es un activista conservador de EEUU que puede dar la vuelta a los resultados electorales del próximo 8 de noviembre. El presidente del Proyecto Veritas se ha comprometido a ir publicando día a día y hasta que se celebren los comicios imágenes e información comprometida de Hillary Clinton y su partido. Hasta el momento no ha decepcionado y con su última cámara oculta ha destapado el fraude electoral de los demócratas en Nueva York.
Las imágenes fueron tomadas el 15 de diciembre de 2015 y en ellas aparece Alan Schulkin, un comisario de la Junta Electoral del Partido Demócrata que ejerce de apoderado en los comicios en la gran manzana. En una fiesta navideña de la Federación de Profesores y ajeno a que estaba siendo grabado, el hombre abrió la caja de Pandora.
James O’keefe es un activista conservador de EEUU que puede dar la vuelta a los resultados electorales del próximo 8 de noviembre. El presidente del Proyecto Veritas se ha comprometido a ir publicando día a día y hasta que se celebren los comicios imágenes e información comprometida de Hillary Clinton y su partido. Hasta el momento no ha decepcionado y con su última cámara oculta ha destapado el fraude electoral de los demócratas en Nueva York.
Las imágenes fueron tomadas el 15 de diciembre de 2015 y en ellas aparece Alan Schulkin, un comisario de la Junta Electoral del Partido Demócrata que ejerce de apoderado en los comicios en la gran manzana. En una fiesta navideña de la Federación de Profesores y ajeno a que estaba siendo grabado, el hombre abrió la caja de Pandora.
HIDDEN CAM: NYC Democratic Election Commissioner, "They Bus People Around to Vote"
Schulkin comienza reconociendo los hechos: ‘’hay un gran fraude, la gente desconoce que en ciertos vecindarios se lleva a la gente a votar en autobús’’. Sin especificar cuáles son esos barrios en los que opera el Partido Demócrata, sí admite que la formación tiene predilección por aquellas zonas en las que abundan los afroamericanos, los hispanos y los chinos. La reportera, incrédula, le pregunta sobre el fin último de llevar a la gente a votar: ‘’es por los votos, más votos para sus candidaturas, están compitiendo por el cargo’’.
Nueva York, como recuerda la periodista, carece de leyes que permitan a los miembros de la Junta Electoral pedir a los electores que se identifiquen. Es decir, no es necesario mostrar el DNI para poder depositar el voto en la urna. ‘’Es la ley, te dice que no puedes requerir ningún tipo de identificación. Yo creo que esto no está bien. No creo que sea para tanto poder pedirle a alguien que se identifique cuando vaya a votar’’, esgrime el ciudadano. Ante esto, la reportera cuestiona su palabra y le pregunta que si tan poco convencido está de esa medida por qué no se queja. ‘’Yo no hago la ley’’, se escuda.
El voto ausente es otro de los coladeros por el que se habría cometido fraude. Se trata de aquellos votos que no son depositados directamente por los electores y que son enviados, por ejemplo, mediante un representante o por correo. ‘’Hay miles de votos ausentes que no sé de dónde vienen’’, afirma Schulkin. En este caso jugaría un papel muy importante la identificación del emisor pero al prescindir Nueva York de estas leyes, cualquiera podría cometer fraude. Precisamente, como recuerda la periodista, Hillary Clinton es una de las más férreas defensoras de que exista este vacío legal, algo con lo que el comisario demócrata no está de acuerdo. ‘’De Blasio -actual alcalde de Nueva York- ha repartido unas tarjetas de identificación. Son para utilizar en lugar del carné de conducir, pero pueden emplearse para cualquier cosa. Eso no significa que aquellos que las posean no puedan mentir sobre quiénes son. Cualquiera puede entrar y decir soy Joe Smith y quiero una tarjeta. Es absurdo. No sólo hay fraude electoral, hay fraude de todo tipo’’, desvela.
La periodista plantea entonces unas hipótesis en las que resultaría muy fácil cometer fraude, como la emisión de varios votos por persona o la de acceder al recinto electoral totalmente tapado. ‘’Eso ocurre con los musulmanes, no sabes quiénes son’’, explica Schulkin. ‘’Con todo el tema del burka alguien podría decir ‘soy musulmán, es mi religión’, y nadie podría saber si está mintiendo…’, se pregunta la reportera. ‘’Exactamente. Tu voto realmente no cuenta porque alguien puede acudir con un burka y no sabes realmente si es un elector. La gente considera que es algo liberal, pero yo me tomo muy seriamente mi voto. No quiero que otras diez personas -con su voto fraudulento- vengan a negarme mi derecho emitiendo ellos su voto por otro candidato diferente cuando ni siquiera están registrados’’, concluye el hombre. Entre risas y desconcertada por las respuestas, la periodista le pregunta si de verdad se considera demócrata y votará por Hillary Clinton
Fuente: Gaceta.es