Por Calixto Ramón Martínez.
Ciego de Ávila, 22 de Abril.- Leonardo Monteagudo Alonso
no encuentra razón para creer en las fotografías y videos
mostradas por la televisión cubana tras una visita de
periodistas oficiales y corresponsales extranjeros a
dos cárceles de Occidente; por lo que se declaró
en huelga de hambre.
Las fotografías y videos mostradas al mundo, desde el 10 de
abril, reflejan y valoran de "buenas" las condiciones en que viven los reos en las cárceles
Combinado del Este y Mujeres de Occidente Manto Negro; y aseguran que en todas
las prisiones las condiciones de vida son las mismas.
Monteagudo, recluido en la Prisión Provincial Canaleta de Ciego de Ávila, se declaró en huelga
de hambre, el pasado 19 de abril, en protesta por las pésimas condiciones de vida y las flagrantes
violaciones a sus derechos.
"Yo estoy en el destacamento nueve, donde 11 presos duermen en el piso y sin colchón, producto
al estado de hacinamiento", declaró -en una conversación por teléfono- Monteagudo, de 40
años de edad.
Una nota publicada, el 11 de abril, en el órgano Oficial del Partido Comunista, periódico Granma,
y en la página digital Cubadebate, señala que en Cuba hay una población penal de 57 mil reclusos;
mientras que fuentes independientes dan un estimado superior a los 80 mil.
Monteagudo, sancionado por un delito de Cohecho y Falsificación de Documentos, señaló que
en Canaleta “en cada destacamento hay más de diez presos durmiendo en el piso, la atención
médica es deficiente, a diario recibimos golpizas de manos de los guardias...”
El prisionero, que antes de ser detenido vivía junto a su familia en un apartamento de la calle
Línea número 506, reparto Vista Alegre de la ciudad de Ciego de Ávila, valoró de salvaje la vida
en ese centro penitenciario de máximo rigor.
“Aquí se vive a lo salvaje, las condiciones de vida son infrahumanas, la alimentación es pésima.
Por todas estas cosas y las violaciones a mis derechos me he declarado en huelga de hambre”.
El reglamento penitenciario cubano estima la huelga de hambre como una indisciplina del interno;
por ello son llevados a una celda de castigo y pierden el derecho a recibir beneficios.
Macario Estrada Rodríguez, compañero de destacamento de Monteagudo confirmó las pésimas
condiciones de vida en esa prisión.