• El castrismo no permite el auge de líderes que en España forman partidos

• alternativos

• Es en Miami donde los disidentes hablan libremente y son invitados a los

• programas

Disidentes cubanos en un acto en Miami. EFE

Por: Gina Montaner

29-1-2015

Podría ser una ilusión. Desde que el pasado 17 de diciembreEstados Unidos y Cuba anunciaron la 'era del deshielo', los acontecimientos parecen acelerarse. Sin embargo la escenificación del acercamiento tiene su propio tempo, a la espera de un desenlace que deshaga el estancamiento que reina en la isla desde hace casi 60 años.

Las coincidencias fueron evidentes en el primer encuentro en la Habana entre la delegación estadounidense y la cubana. En cuanto a las discrepancias, también fueron transparentes y vienen de atrás, como si el guión no admitiera improvisaciones. La subsecretaria de Estado Roberta Jacobson ha insistido en que su Gobierno no se hace ilusiones con un régimen totalitario que viola los derechos humanos. Y Josefina Vidal, su contraparte cubana, ningunea a una disidencia que, según ella, no representa a la sociedad civil.

Pero, al menos de cara a la galería revolucionaria, para que la liturgia tuviera validez era necesaria la bendición de Fidel Castro. Y así, a pesar de que no se le ha visto en público desde hace un año y los rumores apuntan a que su mente está muy deteriorada, aparece una carta suya dedicada a los estudiantes universitarios. En la misiva que supuestamente escribió, Castro apoya "una solución pacífica de los conflictos", aunque aclara que continúa desconfiando de la política de Estados Unidos. Sin perder tiempo, la portavoz del Departamento de Estado ha puesto en duda la autoría del escrito y, añadió, "la desconfianza es mutua".

Mesa de diálogo entre cubanos

En medio de los recelos, algunos de los disidentes que se reunieron con Jacobson en La Habana han viajado a Miami para proponer una "mesa de diálogo entre cubanos". En una conferencia de prensa, reconocidos activistas como el laico Dagoberto Valdés, Eliécer Ávila, del movimiento Somos Más, o Manuel Cuesta Morúa, al frente de Arco Progresista, hablaron con los medios. Valdés aseguró que no permitirían "ninguna incondicionalidad de diálogo". El editor de la revista 'Convivencia' considera que en Cuba la sociedad civil "tiene la suficiente madurez para lograr la libertad y democracia". Y Ávila, experto en redes sociales, puso como ejemplo "el poder en Europa de plataformas ideológicas como Podemos y Syriza, capaces de conectar con la gente por medio del factor tecnológico". Sin embargo, cuando les pregunté cómo tienen pensado divulgar su mensaje en una sociedad desconectada de la disidencia, no se expusieron planes concretos para influir en la calle. Sin duda, la represión castrista no permite el auge de líderes que en España son tertulianos habituales y forman partidos alternativos que aspiran al poder.

En el acto también hubo conexión telefónica con el disidenteGuillermo Fariñas desde La Habana. El coordinador del Frente Antitotalitario Unido no acepta las condiciones del diálogo porque considera que la oposición interna no ha jugado un papel activo. Para él "la negociación tiene que ser entre cubanos". No obstante, más allá de las diferencias entre unos y otros, el objetivo común de los opositores es alcanzar el consenso para que se haga realidad "la hora de los cubanos".

Mientras los gobiernos de Cuba y Estados Unidos deshojan la margarita de un romance minado por la desconfianza mutua, es en Miami, la capital de la diáspora, donde los disidentes hablan libremente y son invitados a debatir en los programas de mayor audiencia. Cuando eso suceda en La Habana, entonces encajarán los ejemplos de Podemos o Syriza. Esa hora no ha llegado.

Fuente: El Mundo.