18 febrero 2015
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Por Mario Hechavarría Driggs.
La Habana/ 18-2-2015
Vecinos de la “Casa Fraga”, edificio ubicado en la esquina de Monte y Águila, en La Habana Vieja, manifiestan su disgusto por el crecimiento de la prostitución en la zona.
Cada noche, mujeres que venden su cuerpo, se sitúan en la mencionada esquina para proponer sus “favores”. Los vecinos se quejan por el constante flujo de parejas intercambiando caricias y “algo más”. Incluso, algunas familias han llegado a prohibir a sus hijos sentarse en los bajos del edificio.
“Este problema se ha discutido con el jefe de sector de la Policía y con el delegado del Poder Popular, pero hasta el momento no se ha hecho nada al respecto”, afirma Rafael Ignacio Hernández Arias, inquilino de Águila No. 770.
Afirma Hernández que en dicha zona hay mujeres de la vida que provienen de todas las provincias del país. “Esto es un negocio, aquí hay gente que alquila su casa por un peso convertible la hora, ganando en una noche hasta veinte CUC”.
Lucrecia, rubia y holguinera, lleva cinco años en el negocio. Confiesa que, gracias a su oficio, en su casa se desayuna, se almuerza y se come todos los días. “La vida está muy dura y yo soy el sostén de mi familia. Aquí nos conocemos todas y nos ayudamos mutuamente. A la Policía no le cobramos el servicio; al contrario, les regalamos dos o tres pesitos y nos dejan trabajar”, afirma.
Según ella, las tarifas varían de acuerdo a las exigencias del cliente. Generalmente, cobra cinco pesos convertibles por sus “favores”. Por diez, se esmera un poco más, y por veinte no tiene inconvenientes para compartir con otra chica.
Fuente: Prensa Independiente/ Hablemos Press