31 marzo 2015
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Por Rafael Molina Rodríguez.
Santiago de Cuba/ 31-3-2015
“La patria no es feudo ni capellanía de nadie”. Con esta frase del Apóstol José Martí, doy comienzo a mi mensaje a la opinión pública internacional, con el que quiero denunciar un crimen del cual nadie habla.
La prohibición de la tiranía castrista que impide a algunos cubanos emigrados visitar o regresar a la patria, nos recuerda a los ancestros españoles, que desterraban de Cuba a los próceres luchadores por la independencia. Hoy, algunos hijos de esta tierra sufren lo mismo por el simple hecho de ser opositores políticos.
Una vez Martí dijo: “La esclavitud de los hombres es la gran pena del mundo”.
Hoy podemos decir que la gran pena del mundo es que alguien sea desterrado de su patria. No hay razón alguna para que una persona sea expulsada de su tierra.
¿Dónde están los hombres honrados, honestos, cristianos y de buena voluntad del mundo, que no están alzando su voz para denunciar el crimen del régimen castrista y abogar para que los cubanos que quieran regresar a Cuba, lo hagan?
Casi todos sabemos que “patria” es el suelo donde se nace. Es por ello que pido a los ciudadanos del mundo que levanten su voz para exigirle a Raúl Castro que permita a los cubanos del exilio visitar o regresar cuando lo deseen.
Hago un llamado a los delegados a la Cumbre de las Américas, para que hablen del tema y por primera vez se le exija a Raúl Castro. Cuba no debe seguir siendo una finca, propiedad de los Castro. Cuba tiene que ser de todos los cubanos.
Fuente: Prensa Independiente/ Hablemos Press