CONFLICTO EN SIRIA

10 JUL 2012 | CARMEN RENGEL. JERUSALÉN

En una entrevista a un canal alemán, el presidente sirio asegura haber llegado a un “acuerdo” para poner fin al conflicto, después de reunirse con Kofi Annan.

Bashar el Asad se siente seguro. Sabe de su poderío militar, del apoyo de cierta parte del pueblo, de la división sectaria de Siria. Suficientes razones para que nadie plantee una incursión militar, pese a los 17.000 muertos que, dicen los disidentes, deja ya su represión. Sería como tirar una cerilla a un bidón de gasolina. Con esa certeza, el presidente sirio se mostró ayer confiado en unaentrevista al canal alemán ARD. “No tengo miedo a acabar como Gadafi, Siria no es Libia ni Egipto. Para tener miedo tienes que comparar. ¿Tenemos algo en común? Es una situación completamente diferente. No se puede sentir miedo, tal vez tristeza o lástima”, alegó. Justo el día en que la BBC recordaba en un informe el enorme arsenal de armas químicas que guarda Damasco, otro factor que le hace intocable.

Asad atacó a EE UU como culpable del “salvaje crimen” del dictador libio, y por apoyar a las “bandas” de “terroristas” que “mortifican al país”. Washington “aviva” el alzamiento rebelde y, por tanto, es “responsable” de la muerte de civiles, a través de las armas, el dinero y el sustento “político” prestado a los opositores. “Si los apoyas, eres su cómplice”, acusó, un reproche que hizo extensivo a Turquía, Qatar y Arabia Saudí, sospechosos de pasar armas al Ejército Libre de Siria, al que define como“una amalgama de Al Qaeda, extremistas y forajidos que escaparon de la Policía durante años, sobre todo contrabandistas de drogas”, con el dinero por obsesión.
Asad rechaza abandonar el poder porque su papel, dice, es estar al frente del “desafío” que tiene Siria, el de la “estabilidad”, y porque goza de “suficiente apoyo público”.

Horas después de la entrevista, el presidente recibió por tercera vez en 16 meses al enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, quien anunció que habían llegado a un acuerdo sobre un “enfoque” que puede poner fin al conflicto. Nada trascendió es esa propuesta, de la que se informará “de inmediato” a los opositores para lograr su apoyo.

El diálogo Annan-Asad fue “constructivo y sincero”, informó la oficina del Premio Nobel de la Paz, que voló de seguido a Irán. Busca su ayuda en la construcción de un Gobierno de unidad, mezcla de régimen y disidencia, apuesta del Grupo de Acción reunido en Ginebra el 30 de junio.

“Hacer lo posible”

El Consejo Nacional Sirio, señalado por Occidente como representante legítimo del pueblo sirio, censuró la visita por la “mesura” con que Annan trata a Asad pese a que ha incumplido el alto el fuego que entró en vigor el pasado 22 de abril. “Hay que aplicar el Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas y dar paso a una acción exterior armada”, defiende Mohamed Jarrar, un vocal.
El presidente ruso, Vladímir Putin, pidió que se haga “lo posible” para evitar un escenario “como en Libia” y que se fuerce a las partes al diálogo, “lo único que garantiza una solución estable a largo plazo”. Moscú frenará la venta de armas nuevas a Damasco hasta que la situación “se calme”.

De momento, 41 personas murieron ayer. Hubo bombardeos y choques entre tropas leales y rebeldes en Idlib, Hama, Deir Ezzor y Daraa. Al Qusayr recibió una lluvia de morteros en pleno día.

Fuente: La Gaceta de Intereconomía