El presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC), Dionisio García, ofició la misa dedicada a Meurice en la Catedral Metropolitana de la diócesis de Santiago de Cuba, de la que fue arzobispo desde 1970 hasta su retiro en 2007, dijo a Efe una fuente del Arzobispado.

El cardenal y arzobispo de La Habana, Jaime Ortega, máxima autoridad de la Iglesia católica en la isla asistió a la ceremonia funeraria junto a los integrantes de la COCC.

Las fuentes consultadas por Efe indicaron que también estuvieron presentes la jefa de la Oficina de Asuntos Religiosos del gobernante Partido Comunista de la isla, Caridad Diego, y funcionarios del Gobierno local.

El exprisionero político del "Grupo de los 75" José Daniel Ferrer refirió telefónicamente que más de un centenar de disidentes pacíficos, entre los que se encontraban la líder de las "Damas de Blanco", Laura Pollán, acompañada de una veintena de mujeres de ese grupo, estuvieron en las honras fúnebres de monseñor Meurice.

Precisó que concurrieron opositores de Santiago de Cuba (situada 860 kilómetros al este de La Habana) y de otras provincias orientales cercanas como Holguín y Granma.

"Meurice era una persona muy admirada aquí y la misa del arzobispo Dionisio García, en la que habló del tema de la reconciliación entre los cubanos, impactó a muchos", comentó.

"La catedral estaba a tope, totalmente llena y desde allí salimos caminando cientos de personas, acompañando el cortejo por las calles hasta el cementerio de Santa Ifigenia, en total calma, aunque con visible presencia policial", indicó.

El arzobispo Meurice, fallecido el pasado jueves 21 en el hospital Mercy de la ciudad estadounidense de Miami a los 79 años, fue enterrado en Cuba cumpliendo su voluntad.

"Nuestro hermano deseó expresamente ser inhumado en Cuba en caso de morir fuera de la patria", recordó el cardenal Jaime Ortega en un comunicado publicado el viernes en los principales medios de prensa estatales de la isla.

Meurice fue una figura de la jerarquía católica cubana que se destacó por sus críticas y tratar asuntos espinosos de la sociedad de la isla, y es recordado particularmente por sus palabras de bienvenida al Papa Juan Pablo II en la plaza "Antonio Maceo" de Santiago de Cuba, en 1998.

En aquella intervención, Meurice manifestó que los cubanos necesitaban aprender a "desmitificar los falsos mesianismos" y que continuaban luchando por "superar las desigualdades y la falta de participación", al tiempo que anhelaban reconstruir la "fraternidad a base de libertad y solidaridad".

Nacido el 23 de febrero de 1932, Meurice cursó estudios en la Pontificia Universidad Gregoriana en Roma, se ordenó sacerdote en 1955, fue asignado en 1970 a la archidiócesis de Santiago de Cuba,y viajaba con frecuencia a Miami, ciudad donde reside gran parte de su familia.