Todos los seres humanos tienen derecho a la salud y a la asistencia médica. Cuando a un ser humano se le niega el acceso a la segunda, se le está negando el primer derecho y al negársele se está cercenando su derecho a la vida.
 
Cuando después de una fuerte campaña internacional y nacional les fue dada la liberación a Alejandro Peña Esclusa y al Comisario Lázaro Forero, ambos pacientes con cáncer de próstata, los ciudadanos que sabemos que son inocentes, que han sido sometidos a una “justicia” inexistente en nuestro país, por lo cual han estado privados de su libertad en condiciones que afectan emocionalmente a cualquier persona, nos alegramos por ellos y sus familias. Sin embargo a Forero le ha sido prohibido dar declaraciones públicas, y se le recalcó que “las medidas a su favor eran para que se recuperara y no para que hablara”.

Los ciudadanos  hemos estado esperando en vano, que los otros presos políticos del régimen sean liberados como correspondería, si de verdad en Venezuela hubiera estado de derecho.
 
Veamos los cuadros críticos de algunos presos políticos venezolanos:
 
La juez María de Lourdes Afiuni, quien fue condenada a 30 años de cárcel desde su programa dominical Aló Presidente por el  primer mandatario venezolano, después de más de un año de secuestro carcelario en condiciones que atentaban contra su vida, de traslados humillantes, de presentar un cuadro clínico severo,  de haber recibido apoyo para su liberación hasta por parte de la ONU, le fue otorgada una medida humanitaria de casa por cárcel, pero sin permitirle que se asome a la ventana para tomar el sol, sin poder recibir visitas, ni hablar con los medios de comunicación. El juez de la causa Dr. Alí Paredes, se negó a que Afiuni se hiciera una  mamografía para determinar si tiene cáncer de seno, alegando que “el médico y el centro hospitalario era él quien los decidía y que por ahora no le daba la gana que fuera al médico”.  La juez Afiuni que conoce la ley pues la ha aplicado,  ha declarado que no se niega a presentarse  ante el tribunal , pero que no asistirá a juicio mientras Paredes sea el juez de su causa,  debido a su evidente parcialidad, ya que hasta la ha amenazado  con  devolverla a la mazmorra por su “rebeldía”.

El ex Secretario de Seguridad de la Alcaldía Metropolitana de Caracas. Iván Simonovis padece de una lesión cervical que le dificulta caminar, esa lesión se le presento desde el año 2007, también tiene serios problemas en la vista debido a que  solo ve la luz del sol por una hora cada 15 días. A Simonovis, también le son negados los traslados para hacerse los exámenes médicos requeridos.

El Comisario José Sánchez  (Mazuco) necesita ser hospitalizado de urgencia para descartar cáncer de próstata, tiene sangre en la orina, dolores lumbares agudos, tiene escoliosis, sufre de tensión alta y cefaleas, sería imposible que su estado de salud fuera bueno, ante la tragedia de verse condenado a 19 años de prisión por un crimen cuyo autor material es desconocido. En días pasados tuvo que ser llevado de emergencia a un hospital debido a lo critico de los dolores que padecía, su  familia quiere su traslado al estado Zulia, para que sea tratado por sus médicos de confianza.
 
El Comisario de la Policía metropolitana Henry Vivas fue diagnosticado con glaucoma en ambos ojos, tiene atrofia del oído medio, lo que lo hace sufrir dolor intenso y un ruido perenne. Tiene problemas de Colon y ha sido operado de lipomas. Sus problemas de salud requieren de revisión cada seis meses, sin embargo la orden de traslado a un centro hospitalario ha sido negada reiteradamente.
 
Los policías Metropolitanos Arube Pérez Salazar y Erasmo Bolívar, tienen afección cardiaca el primero y desprendimiento de la retina y una rodilla en mal estado el segundo.
 
El Comisario Rolando Guevara padece Hernia lumbociática, hipertensión arterial que requiere  resonancia magnética, rayos X y rehabilitación, así como evaluación constante de la tensión.
 
Esta visión general del estado de salud de algunos de los presos políticos, da una idea de las condiciones bajo las que han vivido durante años, juicios injustos y condenas inmerecidas por crímenes que no han cometido. Juicios que no son tales, sino condenas a priori, son chivos expiatorios para lavar culpas ajenas, que los ciudadanos sabemos donde yacen.
 
¿A quien quieren engañar? Ningún país en el que exista democracia, se viva en libertad y se respeten los derechos humanos, tiene presos políticos, o como el cinismo los llama “Políticos presos”
 
Cierro este artículo con la siguiente cita:
 
Alejandro Peña Esclusa y Lázaro Forero, recientemente liberados basándose el Artículo 256 de La Constitución (liberación por enfermedad grave), seguirán luchando por la liberación de todos los presos políticos, consideran que esta acción es parte fundamental para la reconciliación nacional que los venezolanos necesitamos, en palabras textuales  de Peña Esclusa con respecto a los demás presos políticos “Los elementos jurídicos para liberarlos existen”.