Por Pablo Morales Marchán.
LA HABANA, 30 de septiembre
Forzados a abandonar su casa, una familia cubana se resiste a ser desalojada por las fuerzas combinadas de la Policía Nacional Revolucionaria, la Seguridad del Estado, funcionarios del Partido Comunista y del Poder Popular del municipio, Habana Vieja, en La Habana.
Después de más de 20 días en precarias condiciones de higiene, alimentación y privacidad, esta familia permanece en el inmueble ubicado en Calle Muralla número 315, entre Compostela y Habana, en el citado municipio capitalino, rehusándose a abandonarlo porque el lugar de destino al que los quieren llevar no tiene ni las mínimas condiciones higiénico-sanitarias, además de ser pequeño para albergar a los 9 miembros que componen el núcleo familiar.
Cuatro niños, comprendidos entre un mes de nacido y 15 años de edad, y tres mujeres y tres hombres entre 25 y 75 años de edad, están atrapados entre la insensibilidad y las mentiras de una burocracia politiquera y la pérdida de su hogar por negligencia de una empresa estatal, perteneciente al Ministerio de la Construcción de Cuba, que mientras realizaba la demolición de un inmueble colindante, hizo colapsar la vivienda de los damnificados.
Unos de los niños está padeciendo una incontinencia urinaria producida por la tensión que ha generado esta situación a su estado emocional; dos de las mujeres recientemente han sido intervenidas quirúrgicamente, con riesgo inminente para su vida, (una de ellas está lactando a una bebé) por la presencia de aguas albañales, escombros del derrumbe, fetidez por basura acumulada en el lugar y una total falta de privacidad para todos, porque están expuestos a la vista pública.
Dos semanas sin alimentos, innumerables visitas a dependencias del gobierno local, falsas promesas, protestas públicas frente al Capitolio Nacional y al inmueble donde residen. Varias mudadas infructuosas a viviendas que están en medio de la nada u ocupadas por otras personas, o en pésimas condiciones, han sido las maniobras dilatorias de los funcionarios de esta localidad habanera.
Hasta hoy siguen en las mismas condiciones, sin una solución inmediata y permanente.
Con esta acciones queda al descubierto la verdadera naturaleza de un régimen que gasta millones de dólares en propaganda para tratar de convencer a los incautos sobre la eficacia de un sistema, que según ellos no desampara a ningún cubano.
Fuente: Agencia Hablemos Press