La Habana, 4 de Julio.- Existen gran cantidad de destilerías clandestinas
de aguardiente y ron que mediante la bolsa negra abastecen a la
población a precios más asequibles que los del Estado y hasta
falsifican marcas o adulteran el licor que comercios estatales
venden embotellado o a granel. Significan un peligro.
Según informa un químico los productores clandestinos emplean
tanques y serpentines caseros que en el proceso de destilación
contaminan el licor con productos químicos y metales pesados.
Tanques y serpentines con desechos químicos o de metales
inadecuados, encontrados en un almacén o un basurero
y adaptados ingeniosamente para esa producción la convierten en
un peligro para la salud de los consumidores.
Peligro que existe en la variada red de manufacturas y pequeñas
fábricas clandestinas de alimentos que escapan a la supervisión
de las autoridades, pero que no es ajeno a las empresas
estatales, interesadas en aumentar sus ventas adulterando los
productos para robarle al Estado la diferencia.
En los años 80 el ron Coronilla era la marca estatal más barata
y su mala calidad empeoraba cuando por órdenes de sobre cumplir
el plan de producción omitían procesos de purificación, en
perjuicio de la salud de los consumidores.
La malversación generalizada, la escasez y la ausencia de competencia
entre marcas estimulan la adulteración de productos de fabricación
estatal para producir una mayor cantidad que no declaran al
Estado y venden.
Por ejemplo, bolsas de puré de tomate que vende en los
agro-mercados el Ejército Juvenil del Trabajo (perteneciente
al Ejército) están haciendo mal al estomago a los
consumidores, que estiman se debe a adulteración con cáscaras
molidas de fruta bomba (papaya).
No basta la precaución de no comprar licores en la bolsa negra,
pues los talleres clandestinos falsifican las marcas con botellas
y etiquetas nuevas robadas, los productores de cerveza y refrescos
con latas selladas, y lo venden a administradores de tiendas
dolarizadas y restaurantes.*
*Para mayor información sobre la elaboración y venta casera
de licores consulte a Roberto de Jesús Guerra en
el 53 7 879 93 31.
Fuente: Hablemos Press/ La Habana