El Paso (Texas), 25 mar (EFE).- El exembajador de EE.UU. en Venezuela Otto Reich descalificó hoy a una experiodista del diario The New York Times que entrevistó al anticastrista Luis Posada Carriles en 1998 sobre los atentados con bombas en Cuba.

Reich testificó en el juicio del exiliado en un tribunal de El Paso y durante su comparecencia el abogado de Posada Carriles, Arturo Hernández, le preguntó si calificaría a Ann Louis Bardach, ex reportera del diario, como una periodista "justa y apegada a la verdad".

"Mi opinión en base a lo que he leído, que es mucho, no es nada de eso. En sus escritos incurre en distorsión, error y fabricación de datos", dijo el exdiplomático que fue embajador en Caracas entre 1986 y 1989.

Aseveró que Bardach ha escrito sobre él en sus reportajes y en libros como "Cuba Confidential", y aseguró que la reportera ha incurrido en numerosos errores, además de que nunca intentó contactarlo para darle la oportunidad de responder.

El exembajador, de origen cubano, también dijo que The New York Times "tiene prejuicio contra la comunidad cubano-americana en general y contra los anticastristas en particular".

La defensa de Posada Carriles llamó al estrado a Reich intentando debilitar las declaraciones de los testigos principales de la Fiscalía Federal en el juicio de presunto perjurio contra su cliente.

Bardach testificó durante cinco días sobre una entrevista en 1998 a Posada Carriles en la que, según ella, el cubano-venezolano habría reconocido su participación en los atentados en Cuba, en 1997.

La entrevista fue utilizada por los fiscales para tratar de probar que Posada Carriles presuntamente mintió cuando en su solicitud de asilo político en 2005 negó su supuesta participación en estos ataques.

La periodista en un mensaje de correo electrónico enviado hoy a los medios de comunicación que cubren el juicio, negó el testimonio de Reich que calificó como "estas calumnias descabelladas" y aseguró que intentó contactarle en varias ocasiones por teléfono y fax, pero él nunca respondió.

"Su historial de ataque a los periodistas habla por sí mismo, de hecho ha sido reprendido por sus tácticas sucias y su falta de cuidado", dijo Bardach en referencia a un incidente en 1987.

En ese año, según la periodista, el Controlador General de Estados Unidos concluyó, tras una investigación, que "la oficina de Diplomacia Pública (de la que el testigo era coordinador) violó restricciones en el uso de fondos para utilizarlos en publicidad o para propósitos de propaganda no autorizados por el Congreso".

Por su parte, la vicepresidenta de comunicaciones corporativas de The New York Times, Eileen Murphy, dijo a Efe en un comunicado enviado por el abogado del rotativo que "Otto Reich ha lanzado una andana de ataques que no son merecedores de una respuesta".

La defensa buscó también de descalificar al teniente coronel cubano Roberto Hernández Caballero, quien en su testimonio dijo que era como un investigador, comparándose con un agente del FBI y reconociendo más adelante trabajar para el ministerio del Interior, aunque aclaró únicamente como investigador criminal.

"Eso es incorrecto. El ministerio Interior de Cuba es un órgano de opresión que no se detiene para controlar a los enemigos del régimen con represalias que incluyen el asesinato", dijo Reich.

Reich precisó que el papel de Inteligencia en Cuba no puede ser comparado al de un agente del FBI "ya que el FBI sigue las reglas y la Inteligencia cubana secuestra y asesina a gente en otros países".