Por Jaime Leygonier/ Hablemos Press.
La Habana, 20 de septiembre.- Desde los años 90
-y aún antes- el abandono de la recogida de basura,
en La Habana, ocasiona acumulaciones de desperdicios
en las esquinas junto a los contenedores de basura:
Allí la gente amontona –periódicamente- muebles
rotos, poda de árboles, escombros, y materias
en descomposición.
Para recogerlas, los servicios comunales emplean máquinas excavadoras, que con sus palas levantan la basura y levantaron también los conténes y trozos de acera y de asfalto.
Método de recoger la basura que deja, en su lugar huecos, que agranda y profundiza cada nueva recogida y donde se acumulan la futura basura y el agua fétida.
En casi todas las esquinas había bodegas- comercios de víveres de principios del siglo XX- con portales de piso de granito o lozas. En el año 1968, le fueron confiscadas a sus pequeños propietarios y quedaron para el expendio de los productos de la cartilla de racionamiento.
los estibadores durante los años
70 encontraron más cómodo subir el
camión a la acera y tirar las pesadas
cajas y latas al portal. Por ello los
portales de casi todas estas
bodegas muestran huecos, rajaduras
en su piso y escalones de menos.
Además, este tirar y arrastrar cajas,
por el peso de los camiones están
derruidas las aceras de las esquinas
sin contenedores de basura, con
destrucción de tragantes del al cantarillado
y perjuicio para tuberías de agua y gas.
Y de las obras de arte de los artistas plásticos de los años 50, hechas
como mosaicos en las aceras de granito de "La Rampa", 23 entre
L y Malecón. Pequeñas muestras de cómo Cuba se fue por el hueco.