LA HABANA — La Iglesia Católica seguirá mediando por los presos políticos que quedan en las prisiones cubanas, dijo este domingo la líder de las Damas de Blanco, Laura Pollán, tras reunirse esta semana con funcionarios de la Arquidiócesis de La Habana.

“Ellos nos dijeron que van a seguir apoyándonos en cuanto a seguir pidiendo que sean excarcelados los presos que consideramos políticos y pacíficos”, afirmó Pollán a la prensa, al encabezar su caminata dominical de medio centenar de mujeres y familiares de presos políticos, en el oeste de La Habana.

Tras un inédito diálogo entre el cardenal Jaime Ortega y el presidente Raúl Castro, en mayo del 2010, unos 130 presos políticos fueron excarcelados en un proceso gradual, y la mayoría de ellos viajó a España con sus familiares.

Entre los liberados se encuentran los 52 opositores que quedaban en prisión, de 75 disidentes condenados en el 2003. Doce de ellos se negaron a emigrar y permanecen en la isla.

Según fuentes de la disidencia, quedan unos 60 presos por motivos políticos en las cárceles cubanas. “Se va a continuar pidiendo que le concedan la libertad condicional a los que ya están en el tiempo establecido”, agregó.

A inicios de esta semana el diputado español Teófilo De Luis afirmó durante un debate en el congreso de su país que “el propio cardenal Ortega” le había expresado que a los presos cubanos liberados se les “forzó al destierro en España”.

Un comunicado del Arzobispado de La Habana emitido el jueves rechazó como “absolutamente falso” que monseñor Ortega haya afirmado que los ex prisioneros cubanos fueron “forzados al destierro en España, sin alternativas”.

“No fueron obligados. Ellos (los presos) aceptaron, muchos pensaron que era la única opción, en realidad el preso que diga que lo obligaron está mintiendo (…) nadie ha obligado a ningún preso a que abandone el país”, apuntó Pollán, cuyo esposo Héctor Maseda es parte de los 12 que se quedaron en Cuba.