En una entrevista con la radio venezolana N24, el ex preso político confirmó que le negaron la tramitación del pasaporte, pese a que la nueva política migratoria del
régimen cubano sólo contempla excepciones para el llamado “capital humano” de
la revolución (médicos, científicos, etc).
“Una funcionaria del Gobierno me indicó que por razones de interés público,
estaba regulada la emisión del documento. Esto confirma que continúan las restricciones políticas para quienes adversamos al régimen”, afirmó Moya, que, como muchos disidentes, advirtió que la supuesta flexibilización de los viajes
en Cuba es sólo una farsa, motivada por el interés económico.
El nuevo pasaporte cubano cuesta 100 dólares. Es el segundo más caro en
toda América Latina y un cubano debe destinar cinco sueldos promedio para
poder adquirirlo.
“La Declaración de Derechos Humanos, firmada por el régimen cubano, ya nos
garantiza la libertad para entrar y salir de cualquier país, pero con esta legislación
los Castro sólo le quitaron el apéndice y establecieron una serie de requisitos
. Sólo los ciudadanos que califican pueden viajar al exterior”, señaló.
Moya, ex preso político por su participación en la llamada Primavera Negra,
en 2003, consideró que la negativa de permitirle salir de la isla está vinculada
con su arresto político y con un eventual plan del régimen de volver a apresar a
los disidentes que liberó tras el diálogo con la Iglesia católica, hace dos
años.
Otra opositora, la bloguera Yoani Sánchez, inició su trámite para obtener el
pasaporte el 14 de enero y aún espera una respuesta de las autoridades cubanas.
Fuente: INFOBAE