Por Efrén Fernández Fernández /Hablemos Press

Hace dos años, que la Dictadura de los Castro asesino a nuestro hermano de luchas cívicas, el prisionero político de conciencia Orlando Zapata Tamayo.

Al cumplirse el segundo aniversario de su sacrificio, no podemospermitirque vuelva a repetirse el silencio que existió desde que Zapata fue encarcelado injustamente hasta los ochenta y seis días que antecedieron al crimen que le cegó la vida. Ese silencio, facilito aún más a los verdugos de la dictadura vejar y torturar hasta su muerte a nuestro hermano de luchas cívicas, ya que muy pocos alzaron su voz para denunciar las atrocidades que le hacían, y en algunos casos no trasmitieron las reiteradas denuncias que al respecto se formulaban desde la prisión.

El silencio se vuelve cómplice ante los desmanes y la perversidad de los sanguinarios que gobiernan deformaabsolutista en Cuba. Por eso, Zapata en uno de sus legados nos enseña que el silencio es incompatible con la lucha pacífica por los derechos de los cubanos.

Hoy al conmemorarse un año más de la partida de nuestro hermano Zapata Tamayo al encuentro del Señor, la tiranía que siempre ha privado de los derechos a todos los cubanos y que recrudece día a día los abusos y los maltratos, contra los que denuncian las violaciones de los derechos humanos y reclaman los derechos y la libertad de todos los cubanos, es la responsable que el prisionero político Ernesto Borges Pérez este en peligro de muerte.

Ernesto Borges ha reiniciado otra huelga de hambre, pues las autoridades penitenciarias obedeciendo las órdenes de la detestada Seguridad del Estado cubano, lo han engañado miserablemente a él y a su familia, prometiéndoles que se resolverían sus justos reclamos.

Su familia logro verlo el día 16 de febrero cuando lo visitaron en la prisión Combinado del Este, en la capital del país, quedando alarmados por el depauperamiento de su afectada salud - padece ocho enfermedades entre ellas asma generalizada y gastritis crónica, que han sido provocadas por las condiciones inhóspitas e infrahumanas donde siempre lo han tenido encarcelado-, que nunca ha sido atendida adecuadamente por los especialistas médicos, ni le suministran la dieta alimenticia que requiere por sus dolencias. Según expreso su padre Raúl Borges Álvarez, en tan solo seis días de huelga de hambre, Ernesto había perdido cuatro kilogramos de peso.

La Seguridad del Estado, conociendo los padecimientos de Ernesto Borges, cuando lo traslado desde la prisión de Guanajay para el Combinado del Este, lo encerró en una celda donde existe filtración de aguas albañales por el techo, la fetidez es insoportable y la humedad es extremadamente alta. Uno de sus reclamos es que lo ubiquen en una celda donde no existan estas condiciones desfavorables para cualquier ser humano. Sus otras peticiones son que pueda realizar las llamadas telefónicas como le permiten hacerlo a los reos comunes (como lo establece el Reglamento de las Cárceles y Prisiones Cubanas) y que le permitanhablarpor esa vía con su hija que reside hace años en el Canadá. Ahora ha sumado a sus exigencias, que le sea concedida la libertad condicional que le correspondía hace cuatro años y que la Seguridad del Estado niega concedérsela.

Alcemos todos nuestras voces, Ernesto Borges Pérez ¡NO DEBE MORIR!, al igual que otros hermanos de lucha que están en iguales circunstancias. Debe cesar la persecución, el hostigamiento, el asedio, las constantes detenciones, los encarcelamientos y la violencia del régimen contra quienes disienten de la Dictadura que oprime al pueblo cubano.