Por Jorge Alberto Liriano Linares/ Hablemos Press.
Camagüey, 14 de diciembre.- Según las
autoridades carcelarias, el alimento que los familiares
llevan a los reclusos es el responsable de la propagación
de enfermedades dentro de la población penal.
La dirección del penal en la prisión Kilo 7, en
Camagüey, emitió un documento -para todos
los destacamentos- donde se prohíbe la entrada de
mariscos y pescados.
No se permitirá la entrada de cremas (como leche condensada y otras).
Se prohíbe la entrada de alimentos cocinados al interior del
penal; las carnes deberán ser correctamente fritas. Los líquidos
deberán estar sellados, o de lo contrario se traerá la cantidad para
consumir en el salón de visitas. No se permitirá la entrada de
dulces en almíbar.
Sólo se autorizará la entrada al penal de pan, galletas, dulces secos,
bolsas selladas de leche o sirope y turrones.
De incumplirse lo antes mencionado, se procederá a la suspensión de
visitas y pabellones y se establecerá la cuarentena de forma inmediata.
Según las autoridades penitenciarias, estas son las medidas que ellos
están tomando para prevenir el cólera; es decir, que la infección sigue
aquí, porque es aquí donde se produce la mala elaboración de los
alimentos; es aquí, adentro del penal, donde la falta de higiene
está favoreciendo la propagación de la epidemia.
Las medidas de ellos son arbitrarias totalmente, porque la comida que
viene de la calle no infesta a nadie. La que está en mal estado y
está enfermando a la gente es la que están cocinando aquí.